Lo que Hubiera Querido Saber a los 20. Lecciones de Viajar por el Mundo

Querida yo de 20 años,

Soy yo—tú—escribiéndote desde tus 40. Alerta de Spoiler: Has viajado a más de 60 países. Y no, no necesitaste ser millonaria para lograrlo—simplemente descubriste cómo hacerlo. Sé que estás ansiosa por recorrer el mundo, pero antes de que prepares tus maletas, hablemos un momento.

Prepárate un café, encuentra un lugar con buen Wi-Fi, y déjame compartirte algunas lecciones que he aprendido con mucho esfuerzo durante estos años viajando—cosas que me hubiera gustado saber cuando tenía tu edad.

Viajar ha sido uno de los grandes maestros de mi vida. Al mirar hacia atrás, a esa versión más joven de mí misma, siento una inmensa gratitud—y una fuerte necesidad de compartirte algunas lecciones importantes.

1. Viaja ligera—en todos los sentidos

Aquí va la verdad: aunque metas en la maleta outfits para cada ocasión, igual terminarás usando los mismos tres conjuntos todo el tiempo. Esa maleta de 24 kilos que estás arrastrando por calles empedradas y metros llenos de gente… no vale la pena. Aprendí por las malas que menos es más. Llevar demasiado equipaje no solo te cansa físicamente, también añade un estrés innecesario. Empaca solo lo esencial y te sorprenderá lo liberador que se siente viajar ligera.

El minimalismo no es solo una estrategia para hacer la maleta; es una mentalidad que te servirá tanto cuando viajes como en la vida.

 
Sydney, Australia

2. No necesitas permiso para viajar sola

Sé que no tienes miedo de viajar sola. Ya lo haces y conoces a personas increíbles en el camino. ¿Adivina qué? Incluso después de casarte, seguirás viajando sola.

¿Te sentirás incómoda comiendo sola? Para nada—te encantará. ¿Será seguro? Absolutamente—porque eliges destinos seguros para mujeres que viajan solas y te mantienes alerta. Créeme, estar sola no significa estar sola emocionalmente. Viajar sola te enseña resiliencia, independencia y la alegría de disfrutar verdaderamente de tu propia compañía.

“Enamórate de ti misma, de la vida, y luego de quien tú quieras.” – Frida Kahlo

3. No estás tan perdida como crees

¿Recuerdas esa sensación de no tener idea de hacia dónde va tu vida? Sorpresa: la mayoría de las personas que conoces en el camino tampoco lo saben. Y eso está bien. Confía en el universo y sigue avanzando con una actitud positiva.

Viajar te enseñará que la vida no se trata tanto de “encontrarte a ti misma” como de crear quién quieres ser. Y, por cierto, Google Maps te salvará el pellejo más veces de las que puedes contar, así que estar “perdida” es realmente solo una cuestión de perspectiva.

4. Prueba comida rara o diferente

¿Ese arroz frito servido en una piña en Tailandia? ¿La pizza tikka masala inesperada en India? Cómelas. La comida es la manera más rápida de entender una cultura. Las historias valdrán la pena. Tu yo del futuro está obsesionada con los recuerdos gastronómicos, así que empieza a construirlos ahora.

Chiang Mai, Tailandia

5. El crecimiento comienza fuera de tu zona de confort

Tienes miedo de muchas cosas. ¿Pero adivina qué? Las mejores historias surgirán de hacer esas cosas que te asustan. El crecimiento ocurre cuando abrazas lo desconocido.

Bucharest, Rumania
Bucharest, Rumania

6. Está bien no tenerlo todo resuelto

Aquí va la verdad: Nadie sabe lo que está haciendo. Ni en sus 20, ni en sus 40, y (supongo) ni siquiera en sus 60. Viajar te enseñará a abrazar la incertidumbre y confiar en el proceso. No necesitas saber a dónde vas para disfrutar del viaje.

Belgrade, Serbia

7. Invierte en experiencias, no en souvenirs

No necesitas otro imán o postal. Lo que realmente se queda contigo son los recuerdos: ver el amanecer en Split, caminar por Machu Picchu o reír con otras viajeras internacionales que se convertirán en tus amigas de la vida. Invierte en experiencias que enriquezcan tu alma, no en cosas que acumulan polvo.

Machu Picchu, Cusco. Peru

“Colecciona momentos, no cosas.” – Aarti Khurana

8. Cuida tu cuerpo y tu mente

El jet lag, alimentos desconocidos y el movimiento constante pueden pasar factura. Ojalá hubieras aprendido antes la importancia del descanso, la hidratación, el estiramiento y comer sano.

9. Viajar no es una carrera

En mis 20, tenía muchas ganas de marcar países en una lista. Con el tiempo, aprendí a desacelerar. La primera vez que pasé tres meses en Italia, aprendí a no apresurarme y disfrutar del lugar como un local, en vez de seguir moviéndome de país en país. La vivencia es más significativa que saltar de lado en lado.

10. Respeta y aporta

Viajar es un privilegio, no un derecho. Trata cada lugar que visitas con respeto: su gente, su cultura y su entorno. Apoya a los negocios locales, minimiza tu impacto ambiental y siempre deja un lugar mejor de lo que lo encontraste.

“Pensar es difícil, por eso la mayoría de las personas juzga.” – Carl Jung

Lecciones al Mirar Hacia Atrás y Seguir Avanzando

Viajar me ha transformado de maneras que nunca imaginé. Si pudiera regresar, le diría a mi yo más joven que fuera más valiente, más amable y más abierta al mundo. A todos los que lean esto en chicaontheroad.com, ya sea que estén en sus 20 o en sus 40, el viaje es suyo para crear. Abrácenlo por completo, porque las lecciones que aprenderán son incalculables.

El mundo les va a enseñar tanto—sobre ustedes mismos, sobre las personas, sobre la vida. Van a cometer errores, perder vuelos y frustrarse por no entender el idioma más veces de las que puedan contar. Pero también van a crecer de maneras que nunca imaginaron.

¿Qué lecciones haz aprendido de tus viajes? 🙂 Me encantaría escuchar tus experiencias o cualquier cosa que me esté perdiendo.

Author: Fiorella

Fiorella es la autora de Chica On The Road. Es una chica peruana, a la que le encanta viajar. Vivió en Bolivia, Italia, Australia, Estados Unidos, Canadá, Alemania y Sudeste Asiático. Ella creó este blog de viajes para inspirar a otros a viajar más y compartir consejos de viaje. Ahora ella está aprendiendo Italiano y sigue viajando.
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